sábado, 26 de noviembre de 2011

Pendientes

Yo no sé qué es
qué viene a ser
el silencio agudo
o la misteriosa distancia
que tejemos
no estando juntos.

Yo no sé qué es
la imprudencia que me arrebata
cuando sin memoria
acudo a tu encuentro
y me encuentro
más desorientada
que de costumbre
sin palabras.

Sólo te pido que recuerdes
cuando estemos en la hoguera
enceguecidos por la luz
que aún tenemos pendiente
en el tercer círculo
rozando la posteridad
violado el séptimo sello
una cita en el infierno.

martes, 22 de noviembre de 2011

Luna en escorpio

No quiero ser la madre
que llora el vientre roto
ante la ausencia
y el peso de la vida.

No quiero ser la madre
que dice no amar a los hombres
que nada le entregan
que su vida le entregan.

No quiero ser la madre
que apaga su fuego temprano
esconde las lágrimas,
y las cuenta.

No quiero ser la madre
que no aborta el límite
ni administra su tierra
en aras de un misterio.

No quiero ser la madre
no quiero ser mi madre
no quiero ser tu madre.

Quiero ser fuego
y no quemarme.

jueves, 17 de noviembre de 2011

Literal

Demasiado literal,
Siempre me he sentido
demasiado literal

que si te escribo
que si te digo
que si te nombro

Siempre literalizo
la relación entre las palabras
y las cosas
la fonética
y la semántica
la carnalidad de las letras
toda referencia intertextual

las citas
las frases
las notas

cuando te digo
compañero
y lloras
y me declaro
tu compañera
y tú no logras entender
que soy siempre
demasiado literal.

domingo, 13 de noviembre de 2011

A Magdalena

Escrito al nacimiento de Magdalena, Febrero 2008.

De las sombras lloras, Magdalena,
el tiempo perdido en las aguas.
Entre los críos de la sala,
sólo tu llanto mella el silencio.

Siempre fuiste la envidia de los doce,
el secreto del conocimiento,
la fe de tu confianza te hizo sabia,
pionera de la palabra.

En la boca recibías el amor del primero,
y por la boca te mataron.
Que no te engañen, nenita,
tú traes la nueva estrella.

De las tres Marías, decía Felipe,
las tres eran una sola:
María la madre,
María la esposa,
María la hermana.

De las que tu madre es mi hermana,
Y de Magdala, la maestra,
una sola que conjura el olvido,
las otras respiran en silencio.

La materia te apresa, Magdalena.
Tu rostro amoratado, tus manos crispadas,
con la lengua afuera desdeñas
la luz de las diferencias.
Pequeña parvulita,
aferrada a la vida bebes del manantial de tu madre.
Hija de los dioses: dos botellas sangraron hoy en tu nombre.

Chiquita del mundo,
te aprontas a la existencia en lumbre.
Magdalena, a luz te he llamado
-aunque tus padres busquen la Trinidad-
Eres el arca de la Nueva Alianza,
en tu pecho cargas el dolor del tiempo y los silencios;

Sólo mi vientre hermano conoce tus padecimientos.

Te aferras a la vida, ciegamente,
chorreas energía en tus gritos.
Gimes, como ninguna,
eres la disconforme de la asamblea.
El chico de tu lado apenas se mueve,
pálido y tranquilo,
duerme.

Mi Magdalena;
tu ansiedad se condice con la intuición de tu hermano,
corría por los pasillos buscándote.
La ciudad le parecía un laberinto en tu ausencia,
las salas blanquecinas no llenaban su amor.

Amárrense juntos de las manos, sean muchos, sean miles.
Estrellas y sol en un mismo cielo,
Cosme te guiará en su halo creador.

Sean muchos, sean miles,
y sigan poblando de instantes y recuerdos,
éstas,
mis transidas negaciones.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Variaciones III

De saber tu cercanía,
mis tripas se activaron
y una negra melancolía
enfureció mi danza ritual.

Media hora
dijiste que tardabas
en llegar
y yo, angustiosa,
industriosa,
cuento cada uno
de los condones
que hay en mi cajón.

Distancias

A mi abuelo.

Antes de partir,
te envío señales de humo
desde mi alma incendiaria
-oscuro instinto para lograr
algo de luz-

Te envío señales de humo
con mi pensamiento
que se apaga
con mis pasiones
entumecidas
con mis alas
que quemaba.

Quimeras mis versos
que no quieren
alejarse de ti.

Te envío señales de humo
y tu lectura
sigue sumida
en el silencio.

Escribo tu cuerpo en el mío
con palabras de fuego,
abrazos no acabados,
y éstas,
mis señales equívocas.

Dancing Drag Queen

En la barra de un bar
de forma grosera y abyecta
le muestro las tetas
a quien nunca las deseará.

Como si en todo imposible
residiera el deseo más fatuo
el apego irremisible
de los amores vanos.

Coqueteo y bailo,
como trasvestida,
superando y ocultado
todo mi desvío "natural"

viernes, 4 de noviembre de 2011

La puta Academia

Carta a Natalí

Sólo te escribo para decirte
que te amo
que tus dolores me oprimen
mientras leo y hojeo el tiempo
en mi café.

Sólo te escribo para dejarte
un guiño esquivo
entre manuscritos oxidados
y archivos acumulados.

Estas variaciones,
que te dedico, Natalí,
buscan romper el signo
aún no desaparramado
cerrado que homogeniza
que nos suprime
en su letra cargada
de historicismo vacuo.

Escucho el susurro del viento
que me cuenta de tus angustias,
tus injusticias
que siempre hemos reconocido
que siempre hemos sabido
y asumido
creyéndonos capaces de soportar
la violencia epistémica
que nos modela
que nos quiere domar.

Sólo te escribo para hacerte presente
un presente
decirte que te extraño
y que en ausencias
me ahogo
pensando en nuestro
profundo desengaño
de nuestra puta labor
en la puta academia.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Vocación

A carcajadas se burlaron
las negras Moiras
cuando trenzaron el hilo
de mi oscuro destino
y me entragaban
una vocación.

A carcajadas se burlaba
mi padre cuando supo
que estudié artes
o historia o filosofía
que escribo, a veces, poesía
que investigo, a veces, en archivos.

"Te vas a morir de hambre"
sentenció.
Apeló a mi escaso talento
expuso bajos argumentos
sobre el dinero
el bienestar
y eso que llaman "futuro".

"Te vas a morir de hambre"
me repetía
creyendo que me convencía
ignorando
la trenza oscura
que guía mi vocación.

Y me muero de hambre.

Ciertamente, todos los meses
me muero de hambre
cada vez que quiero
no sólo morder
-quizás torturar-
la mano que me da de comer
que hace de la crítica
una mercancía
que acumula torpemente
alienados que pagan
mis palabras.

Me muero de hambre
toda vez que no cotizo
en isapres y aefepés
que me recuerdan a diario
que ser mujer
no es sólo
sangrar una vez al mes
sino pagar cada año
de fertilidad inútil
otorgada en vano
permanecerá yerma.

Me muero de hambre
cada vez que observo
la muerte de las utopías.

Ciertamente me moriré
de hambre
y de sed
de justicia
de cáncer
con metástasis mesiánica
cuando ya no pueda
dejar de mirar
con ojos atentos
eso que llaman
contradicción principal.

Variaciones de una escritura que homogeniza II

Me como mis manos
en un gesto por acabar
toda forma de escritura
toda forma del obrar.

Cocinar, tejer, pensar,
me como mis manos
que nunca
te han podido alcanzar.

Variaciones de una escritura que homogeniza I

Sólo encontré unos apuntes de lógica
en sus bolsillos,
unos versos sin editar
y una pésima selección musical.

Se busca filósofo no poeta.

Sólo encontré unos apuntes de lógica
en sus bolsillos
restos de toda irracionalidad
que en el delirio
supone causalidades.

Hacer historia o del oficio de Historiar

A mi amiga Bilém
Me gusta montar recuerdos contigo
como si completaras mi memoria
llenas mis vacíos de sentido
y recuerdas las palabras que escupí
indiscreta, descuidada, carnal,
pasional.
Y ríes con dulzura; te ríes de mí.
Y luego te amo más,
sintiendo que redento mi pasado,
que el tiempo no es más que éste
y que nuevamente tendremos
toda nuestra vida
para seguir compartiendo
soledades.


Oda a mi adicción

Hueles a tierra mojada,
a palos húmedos
a momentos de infancia.

Hueles a memoria antigua
mito indecible
te busco, te reproduzco.

Cierro mis ojos junto a ti
Inspiro el tiempo en sabores amargos
alojados detrás de la lengua

Cierro mis ojos
inmersa en tu oscuridad
Impenetrable y denso
es tu licor

Y vuelvo a cerrar los ojos
junto a ti
y no los quiero abrir
creyendo
que memoria y sueño
que placer y adicción
son una misma cosa.

Cierro mis ojos
rogándote que no te alejes
que en tu ausencia
me encuentro
completamente desorientada
suspendida en mis rutinas
todos mis dispositivos abiertos
anhelando
tus brazos que amasan
tu aroma de tierra lejana
mi memoria habitada.

No te acabes nunca,
delicioso pu-ehr.

Desayuno

Darme cuenta
que no quiero estar contigo
mientras yaces en mi cama
esperando distraído
el café en el que vierto
gotitas edulcorantes
gotitas dulces sueños.